La carga
eléctrica constituye una propiedad fundamental de la materia y se
define como la propiedad de la materia en virtud de la cual es capaz de ejercer
fuerzas de tipo eléctrico. Se designa habitualmente por la letra q. La
carga eléctrica constituye una medida de la intensidad de las fuerzas
eléctricas que un cuerpo es capaz de ejercer. Existen dos tipos de carga eléctrica;
positiva y negativa. Su unidad de medida en el Sistema Internacional es el
Coulomb (C). La carga eléctrica se puede transferir de un cuerpo a otro; por lo
general un cuerpo con exceso de carga positiva cede electrones a otro,
cargándolo negativamente.
Se manifiesta mediante atracciones y repulsiones que
determinan las interacciones electromagnéticas entre ellas. La materia cargada
eléctricamente es influida por los campos electromagnéticos siendo, a su vez,
generadora de ellos. La interacción entre carga y campo eléctrico origina una
de las cuatro interacciones fundamentales: la interacción electromagnética.
Las cargas del mismo signo eléctrico se
repelen y las de signo diferente se atraen.
Ø Por Contacto:
La carga por contacto se produce cuando al
frotar un cuerpo cargado negativamente con otro neutro, algunos electrones se
ceden de un cuerpo al otro. Así el numero de electrones cedidos por uno de los
cuerpos en contacto es igual al número de electrones aceptado por le otro, ya
que la carga siempre se conserva.
Ø
Por
Inducción:
Se produce cuando un cuerpo
cargado negativamente acercándose a un cuerpo neutro atraerá hacia si a las
cargas positivas.
La magnitud de la carga de un protón es igual a la de un
electrón cuyo valor es: 1.6x10
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